Felices los cisnes y los pájaros, los tontos, los transeúntes y los astronautas.
Los que trabajan siempre y no duermen, los que sonríen, los que sueñan y se esfuerzan.
Felices los que nunca preguntaron por su edad, por su vida o por su nombre, los que nunca se desvelaron por pensar.
Felices los mentirosos y los que aman la verdad, los amantes que felices los que dejaron de soñar.
Felices los adultos y su lobreguez, el alma difunta, el último recuerdo de ayer.
Tristes los que nunca quisieron ser astronautas, ni tontos, ni transeúntes, ni pájaros ni cisnes y hoy sólo son locos.
Humanidad ¡no vengas más!..
Los puestos ya están ocupados.
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