El día 10 de febrero es la Entrada de Flores de San Caralampio, todas las rancherías y pueblo en general se reúnen en el lugar llamado el "Chumísh" para partir posteriormente al templo. Es la Entrada de Flores más grande y vistosa que hay. Anunciando la algarabía vienen los diablos, muertes, gigantes, comanches y enmascarados que bailan frente al templo; repiques a vuelo y estruendosa cohetería, dejan sus ofrendas y pasan a la sacristía donde se les obsequia refresco preparado con temperante. En la plaza frente al templo, el sonar de los tambores y pitos, marimbas, repiques y cohetes.
La fachada del templo tiene una decoración de sabor popular vinculada, sin embargo, a los modelos neoclásicos. El mismo estilo neoclásico, en una versión más acabada, es el que predomina en el interior -blanco y luminoso- ornamentado con columnas corintias, un arco toral con casetones y cornisas denticuladas. Como es habitual en la región, la techumbre es de madera y teja. Los tres nichos del altar mayor cobijan a la Virgen de Lourdes, el Sagrado Corazón de Jesús, y desde luego al patrón San Caralampio.
Foto: Gabriel Pérez López
Fuente: http://viajeteca.com/m/241